7. ¿Cuántos años llevas jugando al fútbol? Cuéntanos un gran momento que hayas vivido en este mundo del fútbol, algo que siempre recuerdes.

Por mi cuenta podría decirte que nunca dejé de jugar, y que empecé casi a la vez que a caminar. Mi madre me decía que ya apuntaba maneras porque en la tripa le pegaba grandes patadas. Por otro lado nunca he jugado en un equipo de seguido, porque a ti a lo mejor te parecerá una tontería, pero yo era muy empollona (ya no tanto) y me gustaba mantenerme ahí, por lo que lo dejé varios años hasta que ahora me he dado cuenta que no puedo dejar de hacer algo que realmente me gusta y que creo que pudiese llegar a algo más. Entré a mi primer equipo con unos nueve años pero era masculino y acabé desapuntándome por varios motivos: quería seguir en mi ranking de buenas notas en clase, me lesioné el tobillo y cuando volviese, sería en un equipo de chicas donde me pasaran más el balón. Así a lo tonto me tiré cinco años sin jugar en ningún equipo hasta que me apunté al de mi colegio con catorce años pero solo duró un año porque se disolvió y nos quedamos sin jugadoras. El año siguiente fue el típico en el que de verdad te entra el miedo porque se supone que es difícil y en vez de buscarme otro equipo entré a la academia porque sabía que si no pasar de curso iba a costarme bastante. Y lo saqué genial. Por último entré en este equipo en el último curso de secundaria y si llego a saber que es el triple de peor que tercero, no lo hubiera dejado ni de broma. Pero en fin, cosas que pasan. Ahora voy a entrar a bachillerato y no se me ha pasado ni por la cabeza dejarlo, supongo que quien algo quiere algo le cuesta.

¿Un gran momento? Supongo que en general fueron esos partidos en los que las cosas salieron bien y aportabas algún gol al equipo. O cuando las cosas no iban tan bien pero sentías que tenías apoyo. Porque el apoyo es un valor fundamental en un deporte colectivo.